Intolerancias alimentarias

SOLUCIONES PERSONALIZADAS
Intolereancias alimentarias

Las intolerancias alimentarias más frecuentes incluyen la intolerancia a la lactosa, al gluten (enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca) y la intolerancia a la fructosa. Estas condiciones se caracterizan por la incapacidad del cuerpo para digerir o metabolizar correctamente ciertos nutrientes, lo que puede causar síntomas como hinchazón, diarrea, gases, dolor abdominal y fatiga.

El tratamiento más eficaz es eliminar o reducir el consumo del alimento que causa la intolerancia. Por ejemplo, las personas con intolerancia a la lactosa pueden optar por productos sin lactosa o tomar suplementos de lactasa. Los celíacos deben seguir una estricta dieta sin gluten, mientras que aquellos con intolerancia a la fructosa deben limitar los alimentos ricos en este azúcar. Un nutricionista puede ayudar a diseñar una dieta equilibrada que se ajuste a las necesidades de cada persona, asegurando una correcta nutrición sin causar molestias.

CLÍNICA LLEDÓ RESPONDE

Preguntas frecuentes

Una intolerancia alimentaria es la incapacidad del organismo para digerir ciertos alimentos o componentes alimentarios, lo que provoca síntomas gastrointestinales como hinchazón, diarrea, gases, dolor abdominal, y en algunos casos fatiga. A diferencia de las alergias alimentarias, las intolerancias no implican una respuesta del sistema inmunológico.

Las intolerancias más frecuentes son a la lactosa, el gluten y la fructosa. La intolerancia a la lactosa ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente lactasa, la enzima que descompone la lactosa. La intolerancia al gluten, en personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, implica problemas digestivos al consumir este compuesto. La intolerancia a la fructosa se produce cuando el cuerpo no puede procesar adecuadamente este azúcar presente en frutas y otros alimentos.

El diagnóstico de una intolerancia alimentaria se realiza a través de pruebas específicas, como el test de hidrógeno espirado para la intolerancia a la lactosa, análisis de sangre o biopsias para la enfermedad celíaca, o a través de la observación de los síntomas al eliminar ciertos alimentos de la dieta bajo la supervisión de un especialista. Consultar con un nutricionista es clave para un diagnóstico adecuado.

El tratamiento más eficaz es evitar o reducir el consumo del alimento que causa la intolerancia. Por ejemplo, las personas con intolerancia a la lactosa pueden optar por productos sin lactosa o tomar suplementos de lactasa. Los celíacos deben seguir una dieta estricta sin gluten, mientras que aquellos con intolerancia a la fructosa deben limitar alimentos ricos en fructosa. Un nutricionista puede guiar en la elaboración de una dieta equilibrada adaptada a las necesidades individuales.

PONTE EN BUENAS MANOS
Contacta con nosotros

Solicita tu cita de forma rápida y sencilla, llámanos o si lo prefieres rellena el siguiente formulario y contactare,os contigo para confirmar tu cita o resolver tus dudas.

Por favor, activa JavaScript en tu navegador para completar este formulario.
Opciones múltiples
Scroll al inicio