La disbiosis es un desequilibrio en la flora intestinal, donde las bacterias «malas» superan en número a las bacterias «buenas». Este desequilibrio puede afectar la salud digestiva y provocar síntomas como hinchazón, gases, diarrea, estreñimiento, fatiga y dificultades para absorber nutrientes. La disbiosis puede ser causada por una mala alimentación, el uso prolongado de antibióticos, el estrés o infecciones.
El tratamiento más eficaz incluye modificar la dieta para favorecer el crecimiento de bacterias beneficiosas. Se recomienda aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra y probióticos, como verduras, frutas, yogures y fermentados. Además, los suplementos de prebióticos y probióticos pueden ayudar a restaurar el equilibrio de la flora intestinal. Es importante consultar a un nutricionista para crear un plan alimenticio personalizado y abordar cualquier carencia nutricional.